El reflejo de la gloria se dibuja en la mirada de Marcelo Gallardo. Le brillan los ojos al t茅cnico de River cuando surge en el lobby del hotel Quinta Real. No hay rastros de cansancio a pesar de un viaje que demand贸 17 horas, escala en Canc煤n incluida. Anoche, los jugadores hicieron leves movimientos en el gimnasio del hotel.
A exactamente 365 d铆as del comienzo de su ciclo (el 27 de julio de 2014 ante Ferro en Salta por la Copa Argentina), el Mu帽eco est谩 de nuevo ante esa instancia que conoce desde los tiempos en los que era un enganche de la banda roja. Y, al igual que en 1996, buscar谩 alzar la Copa Libertadores, esta vez del otro lado de la l铆nea de cal.
Y mientras en M茅xico se habla de otro millonario -Donald Trump, el magnate norteamericano que descalific贸 a los inmigrantes-, Gallardo tiene razones para creer que el 茅xito ser谩 posible ante Tigres. A fin de cuentas, River lleg贸 a la tierra de los milagros. Porque aqu铆, en Monterrey, una de las ciudades m谩s competitivas del pa铆s, empez贸 a gestarse su clasificaci贸n a los octavos de final. Y fue este equipo de Nueva Le贸n, el que m谩s dinero invirti贸 en refuerzos para esta temporada, el que le dio vida. Y si, justamente, en esta naci贸n la Selecci贸n grit贸 “campe贸n” casi tres d茅cadas atr谩s, ¿por qu茅 no aferrarse a ese aura triunfal que respiran los argentinos cada vez que aterrizan en este rinc贸n de Am茅rica del Norte? Gallardo lo dej贸 claro despu茅s del partido ante Tigres, aquel que River empat贸 cuando parec铆a despedirse irremediablemente de sus aspiraciones coperas. “Este empate es una buena se帽al. Cuando est谩bamos abatidos, conseguimos igualar. Y estamos vivos”, declar贸 el Mu帽eco en la sala de conferencias de prensa del estadio Universitario de Nuevo Le贸n. Fue la noche del descuento de Teo Guti茅rrez y el pase m谩gico del colombiano que precedi贸 al gol de Rodrigo Mora. Y fueron los felinos los que permitieron que River continuara vivito y coleando en la Copa porque viajaron a Per煤 y vencieron a Juan Aurich en el medio de sospechas.
Tiene claro el joven entrenador millonario que aqu铆 puede asegurarse la mitad de la vuelta ol铆mpica, aunque todav铆a no haya definido qui茅n ser谩 el volante por la izquierda, si se inclinar谩 por Tabar茅 Viudez, la opci贸n m谩s viable, o le dar谩 posibilidades al Pity Mart铆nez o Sebasti谩n Driussi o Lucho Gonz谩lez. Y sabe, tambi茅n, que enfrente estar谩 media ciudad alentando a un equipo que guard贸 todo y perdi贸 (1 a 0) ante Toluca, el s谩bado por la Liga MX, y que gast贸 18 millones de d贸lares en incorporar jugadores. Entre ellos, Andr茅 Pierre Gignac, el goleador que impuls贸 Marcelo Bielsa en el Olympique de Marsella y dej贸 Francia para vivir la pasi贸n latinoamericana del f煤tbol.
River es consciente del potencial de los mexicanos, pero tambi茅n llega con un equipo reforzado. Y feliz. Porque gan贸 la Copa Sudamericana, la Recopa y va por la Libertadores. Porque ya tiene asegurado el pasaje al Mundial de Clubes de Jap贸n y se ratonea con un hipot茅tico enfrentamiento ante el Barcelona de Lionel Messi, independientemente de la final ante Tigres, ya que los felinos no podr谩n representar a la Conmebol en el torneo que organiza FIFA.
Entonces, los jugadores est谩n m谩s comprometidos que nunca con el objetivo de recuperar la Copa. Y ya empiezan a verse camisetas de River en las calles de Monterrey.
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