viernes, 23 de enero de 2015

Tras un duro cruce con la prensa, Bielsa reconoció que está “más nervioso”

Las conferencia de Marcelo Bielsa suelen ser enriquecedoras y de una extensión que pocos entrenadores mantienen con la prensa. Este jueves, en la previa del partido con Niza, sin embargo el diálogo se transformó en disputa y el técnico del Olympique de Marsella no pudo evitar su malestar por las insistentes consultas de los periodistas sobre porqué no hace jugar al defensor brasileño Matheus Dória Macedo, por el que el club pagó siete millones de euros. "La pregunta que hay que hacer es si yo tengo animadversión con Doria. La respuesta es absolutamente no", contestó un ya ofuscado Loco, que luego reconoció que está "más nervioso que de costumbre".
A lo largo del intercambio fuerte que se dio con un puñado de periodistas, que se extendió por media hora de los 44 minutos que duró la conferencia de prensa, Bielsa dio una cátedra de dialéctica, en la que sacó a relucir sus argumentos sobre el armado de su equipo. "Él cree que el que fue pagado por mucho dinero tiene que jugar y yo digo que juega el que entrenador cree que está en mejores condiciones en ese momento", destacó en otro de los fragmentos de la charla, que a continuación se transcribe.






#OGCNOM : la conf’ de Marcelo Bielsa #Interview #ConférenceDePressehttp://t.co/Ky5GXuEyhp #TeamOM pic.twitter.com/Gu8ukbvDMM
— Olympique Marseille (@OM_Officiel) enero 22, 2015
-¿Usted piensa que Doria no está listo para ser titular?
-Siempre la referencia a Doria, el jugador que viene jugando en esa posición es ...

 Morel y han jugado otros jugadores. Entonces no entiendo por qué la pregunta. Es decir, sí la entiendo. Pero si la hace más clara, porque no es una pregunta, se sobreentiende, a no ser que debería salir Morel y jugar Doria. No sé a qué apunta la pregunta...
-Nosotros no pensamos nada, sólo hacemos las preguntas
-Sí, eso sí, en eso sí estoy de acuerdo. Especialmente, en el enunciado de la pregunta denota que no hay pensamiento.
-Hay un pensamiento pero no un pensamiento detrás del pensamiento
-Entonces, dígame cuál es el pensamiento
-Doria parece ser el único zaguero central por izquierda natural...
-Eso no es así. Esa es una afirmación equivocada. Morel es el mejor jugador de nuestra defensa en los 25 partidos y ha jugado siempre de zaguero central izquierdo. Doria es un gran jugador y está en perfectas condiciones de jugar y yo elijo a un jugador distinto. Sustente la pregunta. El primer argumento no es exacto. La pregunta que hay que hacer es si yo tengo animadversión con Doria. La respuesta es absolutamente no. Es un profesional intachable y gran jugador lleno de condiciones. Pero yo elijo al que creo que mejor resuelve cada partido. ¿Hay algún otro argumento que justifique la pregunta?
-Esto habría permitido a Morel jugar en su puesto natural.
-Para mí Morel es zaguero central izquierdo. Pero a ver si hay algún argumento más...
-La pregunta fue para no repetir por qué Doria no juega
-Lo que entiende el señor es que yo debería haber puesto a Morel de lateral izquierdo y Doria como zaguero central izquierdo
-La pregunta era solamente para saber por qué hizo eso.
-No, la pregunta apunta a por qué no hice lo que él dijo. Y no lo hice porque preferí que jugarán otros. Yo pongo al que creo que resuelve mejor la situación de cada partido. Del mismo modo que me pregunta por Doria, por qué no me pregunta por otros jugadores.
-Porque no costaron cinco millones de euros... (risas)
-Ahh, pero claro, evidentemente no entiende nada del oficio que yo hago. Porque el señor cree, y lamentablemente ilustrará así a quienes lo siguen, que los jugadores juegan de acuerdo al precio que se paga por ellos. Y es imposible para un director técnico organizar sus decisiones según el criterio. Por eso, el fútbol está como está, porque, desde afuera, se le atribuyen a los futbolistas derechos adquiridos que van más allá de lo estrictamente futbolístico. Lo único que importa para decidir la titularidad de un jugador es si, según el criterio del entrenador, es mejor o peor que el jugador que elige el entrenador. Eso no es porque el entrenador sea el dueño exclusivo de la verdad, porque yo cuando analizo frente a ustedes mis decisiones, las he descripto equivocadas en muchísimas ocasiones pero yo actúo de acuerdo a lo que veo y creo porque mi oficio es ese. Ahora el señor piensa, y eso sí tengo la obligación de aclararlo, no por los periodistas sino por el público que es el destinatario del mensaje del entrenador y los periodistas, que el criterio que tiene el señor es muy equivocado y muy dañino. Él cree que el que fue pagado por mucho dinero tiene que jugar y yo digo que juega el que entrenador cree que está en mejores condiciones en ese momento. El precio de un jugador es un antecedente de muchísima importancia pero no es el único. Entonces hay que admitir que no se puede decidir ni consultar sobre una titularidad según los argumentos que propone en este caso el señor.
-¿Doria es un tema de charla con el presidente Doria?
-No, claro que no. Ni yo tengo que hablar con él sobre ese tema ni a él le interesa.
-¿Usted habla con el presidente?
-Cuando me convoca sí y le respondo lo que me pregunta
-¿No se hace naturalmente?
-Hay preguntas que... Uno tiene que desenmascararse para preguntar. El procedimiento natural de comunicación entre el presidente y el entrenador es que la autoridad, que es el presidente, convoque al entrenador. Lo que es natural el señor lo describe como 'Ah, no se comunican naturalmente'. Debería ser diplomático, hoy no pude. Entonces, a la pregunta de Doria, tendría que haber respondido con lugares comunes y a la pregunta del señor con lugares comunes. Lo que el señor quiere saber, y no pregunta directamente, es si yo me llevo bien o mal con el presidente. Y lo que quiere saber es si yo tengo alguna posición en contra de Doria. Y como esas dos preguntas no se pueden hacer porque las respuestas serían 'no tengo problemas con Doria ni con el presidente', y eso no es noticia, lo que hace es preguntarme elípticamente a ver si digo 'no hablo con el presidente', que sí es noticia, o 'no lo quiero a Doria porque no me consultaron al traerlo', que también sería noticia.
-¿Usted no entiende las preguntas que nosotros le hacemos y denota un poco más de nerviosismo que de costumbre?
-Es verdad, estoy más nervioso que de costumbre. No debería ponerme nervioso porque es una práctica habitual que se escarbe en el que se sienta de este lado para ver si se logra obtener de él una expresión que sirva para multiplicar el efecto de la noticia. En cuanto al entendimiento de las preguntas, las entiendo a la perfección. Tengo la intuición de que la señora tiene experiencia en su oficio, por la forma en que interroga y la oportunidad que pregunta, deja que crezca la polémica interna y busca una pregunta que equilibre la disputa. No hay ninguna duda a qué apuntan las preguntas sobre Doria porque si esta fuera la primera vez que se consulta el tema, entendería que no hay nada detrás de la pregunta y por supuesto que he contestado sobre Doria infinidad de veces. A mí me preocupa, por ejemplo, que el otro día cuando salí del estadio, un joven me mostró el celular y decía en la pantalla con letras muy grandes Doria. Es eso efecto de una prédica que hacen los medios de comunicación respecto de un supuesto trato injusto que se le da a Doria y también por el precio que se pagó por él, porque no ha jugado. Pero a mí no me preocupa lo que opinen, entiendo que como son especialistas tienen puntos de vistas que no necesariamente coinciden con los míos. Pero lo que dicen genera efecto sobre mucha gente que no conoce y que construye su conocimiento y su cultura futbolística a través de lo que ellos difunden. Entonces, por eso desenmascaro la pregunta, porque no se hacen las preguntas llanas.
-La hinchada esperó mucho a Doria, porque es un internacional joven que se compra.
-Lo entiendo pero cuando tomó la decisión qué debería guiarme: por lo internacional que es, por las grandes condiciones que tiene, por su condición de irreprochable profesional, por el precio que costó, o sea, por TODO eso, o por lo que a mí me parece que es la mejor solución en cada caso. Lo que hago es lo segundo. Entonces, sí aceptaría 'miré, usted, se equivoca, Doria es mejor'.
-Nadie dijo eso...
-Claro, justamente. No hay pregunta que hacer cuando un entrenador decide. Aparte no se puede hablar cuando no hay lealtad recíproca.
-No es justo tampoco
-Sí, es sumamente justo. La conclusión para ustedes es que yo no lo quiero a Doria y que estoy peleado con el presidente. La opinión pública cree eso y cada vez que hay oportunidad, detrás de las ingenuas preguntas del señor, se agitan esos dos ejes, que son totalmente irrelevantes. Yo, como un estúpido, me monto a esta disputa, lo que pasa es que a veces esta disputa tiene escenarios intrascendentes como este y a veces tiene escenarios complejos que reciben los efectos del accionar periodístico que afectan la cultura del público, porque el periodismo influye más que la escuela.
-¿Hay que ser un gran filósofo en su oficio?
-Si me pide una recomendación, y como la pregunta se da en torno de mi oficio que tiene que ver con la comunicación, lo ideal es contestar sin decir nada. Si hubiera contestado sin decir nada, tendríamos 25 minutos menos de tontería.



No hay comentarios:

Publicar un comentario