jueves, 6 de marzo de 2014

Riquelme y el pibe Acosta le dieron un poco de aire a Boca

La imagen lo resume todo. El 谩rbitro ya pit贸 el final del juego en La Bombonera y la cancha festeja el 2 a 0 de Boca sobre Olimpo, en otros tiempo considerado un mero tr谩mite, como algo m谩s que el segundo triunfo del torneo. Hay ilusi贸n por tenerlo otra vez a Riquelme en la cancha pero cautela por el rendimiento del equipo. Hay entusiasmo de pelear por el t铆tulo pero consciencia de que a煤n queda mucho por mejorar.





El conjunto de Bianchi salt贸 a la cancha con una premisa clara e indispensable para mejorar pero que hasta ahora no hab铆a ni entendido ni aplicado: Boca sali贸 a tener la pelota. Con el pie de Juan Rom谩n Riquelme de regreso, entonces, los otros diez interpretes administraron el juego en torno al 铆dolo. Un toque o dos y la pelota para 茅l. Control del bal贸n y pum, para Riquelme.

La pelota siempre al Diez. As铆 arranc贸 la historia. Con Ledesma como 煤nico recuperador, con Erbes por la derecha y S谩nchez Mi帽o por la izquierda. ¿Y Riquelme? En todas partes. Porque en la primera media hora el enganche corri贸 y se movi贸 como ning煤n otro. Sin embargo, Rom谩n pocas veces encontr贸 un bot铆n amigo para construir.
El desgaste, al cabo, fue improductivo. Si hasta el chico Luciano Acosta, pensado como la segunda punta, tuvo que retroceder m谩s de la cuenta.
Entonces Boca tuvo la pelota, s铆. ¿Problema resuelto? Para nada.
Boca la tuvo pero nunca la us贸 como para sacarle provecho.
Err谩tico, falto de sorpresa y de conexiones inestables, los de Bianchi se transformaron en lo que vienen siendo: un equipo previsible, incapaz de asustar a nadie. De hecho, en la primera mitad nunca logr贸 poner a un hombre con camiseta azul y oro mano a mano con Champagne, que s贸lo se exigi贸 con un disparo desde lejos que aport贸 S谩nchez Mi帽o.
Lo de Olimpo, previsible (y hasta cuestionable por la cantidad de veces que sus hombres se “cayeron” al suelo) fue lo que hace un t铆pico visitante por La Bombonera: esper贸 bien cerrado, con Musto y Blanco mordiendo en el medio, y apost贸 al error del rival. Claro, con un Boca como este, sab铆a que encontrar铆a ofertas. Por eso, lo m谩s peligroso de esa etapa fue un zurdazo cruzado de Gil, que se filtr贸 por la izquierda tras una buena jugada entre Cerutti y Miralles.
A diferencia de lo que le ven铆a ocurriendo, Boca entr贸 en el segundo tiempo m谩s despierto que de costumbre.
Tuvo diez minutos en los que s铆 se acerc贸 al Boca que se espera por los apellidos del plantel. En ese lapso, tras una pared con Rom谩n, Acosta lo tuvo con un buen derechazo que Champagne sac贸 por sobre el travesa帽o. Pero al ratito lleg贸 el gol. Y lleg贸 como consecuencia de algo in茅dito hasta entonces: tanto Erbes (apareci贸 por la derecha tras un pase de Mar铆n) como S谩nchez Mi帽o (por la izquierda, bien por el otro carril) pisaron el 谩rea rival al mismo tiempo. Y fue gol, claro. Con S谩nchez Mi帽o, habilitado, tocando a la red adentro del 谩rea chica.
Pareci贸 arrancar Boca. Porque al minuto Gigliotti tuvo el segundo, pero con la punta de su bot铆n derecho no lleg贸 a desviar del todo un buscapi茅 de Ins煤a. Era otro Boca. Amenaz贸 con serlo. No fue as铆.
Los de Perazzo, tal vez por ver a Boca tan temeroso, tal vez porque en su pelea por el descenso no sirve no sumar o quiz谩 porque con la pelota en los pies no queda otra que ir hacia el arco rival, adelantaron las l铆neas. Y tuvieron sus chances. Primero P茅rez Guedes, en soledad, defini贸 elevado desde adentro del 谩rea. Despu茅s Tr铆podi le sac贸 un cabezazo a Furios a medio metro de la l铆nea.
El cierre del juego, adem谩s del triunfo, puede servir como mensaje para Boca. Porque Ins煤a pasa al ataque con decisi贸n como para que le cometan penal (Furios debi贸 irse expulsado). Si el chico Acosta inventa un pase milim茅trico y Rom谩n aporta su cuota de gol, entonces Boca podr谩 ser otro. Si no, seguir谩 deambulando como hasta ahora, sobre un laberinto sin salida.

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