lunes, 24 de febrero de 2014

Los plazos de Ramón en River se acortan

Los dirigentes no podían disimular su fastidio en la antesala del vestuario visitante de la cancha de Colón. Sin embargo, ninguno de ellos pudo hablar con Ramón Díaz. Por el contrario, masticaron la bronca entre ellos. Lo cierto es que están muy disconformes, desde el presidente Rodolfo D'Onofrio hasta el último de los vocales, con la improvisada línea de tres que presentó ayer en Santa Fe. Bajo esta coyuntura, los plazos del Pelado empiezan a achicarse. Y si nadie garantizaba su continuidad después de junio, pocos creen que pueda terminar el campeonato si continúa con esta seguidilla de resultados.


"Nosotros le damos el apoyo a Ramón y a los jugadores. El técnico debe resolver cómo salir de esta situación. Así como yo me tengo que ocupar de los problemas financieros de River, ellos tendrán que solucionar lo que pasa en la cancha", dijo D'Onofrio a Clarín. Los dirigentes consideran que el plantel y el cuerpo técnico no tienen derecho a patalear porque están al día con los sueldos y las primas. Y exigen, claro, por el peso de la camiseta. Pero el eje de sus críticas es el entrenador, que ante San Lorenzo archivaría el polémico 3-4-1-2 para volver a la línea de cuatro en el fondo que, durante el torneo pasado, hizo de Marcelo Barovero uno de los arqueros menos vencidos.


¿Qué sucederá si, en el peor de los casos, River vuelve a perder? D'Onofrio quiere respetar el contrato de Ramón, que firmó por los próximos dos años pero tiene una cláusula de salida en junio. No obstante, sabe que Díaz no podrá sostenerse en el cargo coleccionando derrotas y planteos tácticos errados. La aspiración de la dirigencia es que el entrenador dé un paso al costado si no le encuentra la vuelta al equipo. Entonces, podrían apostar a Marcelo Gallardo o Ricardo Gareca. El sueño siempre fue Marcelo Bielsa, pero parece una utopía

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