martes, 4 de junio de 2013

All Boys par贸 a Newell's y el torneo sigue abierto

All Boys es una sorpresa a cada paso. Cuando nadie lo espera se da gustos enormes. Suma, complica, gana ante cualquier encumbrado. Ayer, en su cancha, le gan贸 al l铆der Newell's y le ofreci贸 al Torneo Final un desenlace de incertidumbres. Y no fue azar ni casualidad: All Boys gan贸 porque se mostr贸 superior en varios momentos y porque golpe贸 en instantes fundamentales. Y as铆 consolid贸 su curiosa condici贸n de verdugo del equipo rosarino: en el Inicial, el equipo de Romero hab铆a sido el 煤nico capaz de derrotar a Newell's; ahora, en casa, repiti贸 aquel resultado: otro 2-1 para gritar hasta la disfon铆a del d铆a siguiente.

Hay otra historia, de todos modos. Gerardo Martino es la cara de la prudencia. Se form贸 en los d铆as en los que Marcelo Bielsa pas贸 de Loco desconocido a Loco universal. Caso curioso: el crack que no pintaba para t茅cnico se transform贸 en el perfecto alumno superador. Y 茅l, que mucho aprendi贸 de los abrazos de la gloria en su paso por Paraguay, brind贸 una frase en d铆as recientes que invita a la reflexi贸n sobre este Newell's: "Es necesario ganar para obtener el reconocimiento de la historia". Se disiente desde estas l铆neas: la historia cuenta ovaciones repetidas para equipos sin vueltas ol铆mpicas. En tiempos remotos, como Los Profesores de Estudiantes o La Aplanadora de Masantonio o El Expreso de Gimnasia o aquel Talleres de los a帽os setenta. Y en tiempos recientes, como los Lobos de Timoteo o el Hurac谩n de Cappa. Este Newell's, el del Tata, protagonista de todo, subcampe贸n reciente, merece ese pedestal m谩s all谩 de cualquier desenlace de circunstancia.

Es cierto, anoche, bajo el cielo de Floresta, no ofreci贸 la mejor de sus versiones. Eso s铆, fue el de siempre en t茅rminos de sus ideas: quiso la pelota, trat贸 de tenerla, de manejarla con criterio, de progresar por los costados, de buscar a Ignacio Scocco. Le cost贸 siempre y desequilibr贸 casi nunca. Pero, incluso en el peor de los casos, no dej贸 de ser el due帽o de esa impronta de equipo protagonista y candidato.

Pero enfrente de ese Newell's hab铆a un milagro que sigue latiendo: Pep de Floresta, el Pepe Romero, sigue asombrando con su All Boys, el de su coraz贸n y el del campo de juego. El hombre capaz de llorar en su anuncio anticipado de partida es tambi茅n el t茅cnico capaz de armar un equipo a la altura del puntero. No s贸lo eso: por un rato, por esos 90 minutos que dur贸 la cita, fue mejor que el 煤nico l铆der del Final. Le gan贸 por constancia y por contundencia. Supo lo que quer铆a y busc贸 a su modo. Sin rebusques, sencillo, manso.

Primero, All Boys se puso en ventaja con un golazo de Jonathan Ferrari, luego de una chilena y de un grosero error del arquero Nahuel Guzm谩n. Luego, ya a los 15 del segundo tiempo, estableci贸 el 2-0 con una cabezazo de Maximiliano Coronel, en el contexto de mil dudas inusuales de sus defensores. Siempre, con una virtud que no es nueva pero que ayer result贸 evidente: su capacidad para recortar espacios hacia atr谩s y as铆 hacerlo sentir a su rival en el reducto de Floresta. Lo saben todos y lo cuentan las estad铆sticas: es inc贸modo visitar a All Boys.

Newell's, claro, no pod铆a recorrer otro camino: fue como siempre. Y tambi茅n como pudo, rozando la desesperaci贸n en alg煤n tramo. Descont贸 cuando restaban 13 minutos, con una aparici贸n -otra vez- de Milton Casco por la izquierda. Sigui贸 yendo. Intent贸. Por abajo, por arriba, con centros, con pelotas detenidas, con peque帽as sociedades de sus futbolistas de ataque, con retazos individuales. As铆, hasta el descuento que dur贸 cinco minutos. As铆, hasta ese final que lo encontr贸 festejando a All Boys. As铆, hasta esa preocupaci贸n nueva que la derrota le dej贸 a Newell's.
 
 
Newells desaprovecho la chance de quedar solo

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