Se trata de f煤tbol. De una pelota sobre el c茅sped y dos equipos de once
jugadores. Pero se hablaba poco del juego en la previa del partido en Santa Fe.
En el Cementerio de los Elefantes, escenario de la pol茅mica hace un par de a帽os
nada m谩s cuando Col贸n arrastraba una racha negativa y los futbolistas decidieron
retirar la imagen de la Virgen de Guadalupe que vigilaba a todos desde el techo,
se presentaba San Lorenzo con la foto de Jorge Mario Bergoglio en el pecho, el
cardenal argentino que se convirti贸 en Papa el 煤ltimo mi茅rcoles, que naci贸 en
Flores y es hincha confeso del Cicl贸n. Todo se mezcl贸 y el partido fue una
confusi贸n tras otra, cuando el f煤tbol en realidad es mucho m谩s simple.
Col贸n y San Lorenzo jugaron m谩s mal que bien. Casi no jugaron, corrieron mucho, chocaron otro tanto y se divirtieron poco, qued贸 claro. Un campo de juego con el c茅sped 谩spero y largo que tambi茅n conspir贸 con el andar de una pelota que dejaba dudas de ser redonda.
Durante el partido la atenci贸n y las miradas estaban puestas en otro lado, como si todos los presentes estuvieran esperando por un milagro, que el cielo se abriera y una luz blanca y amable los abrigara e ilumine. Y los futbolistas, mortales al fin, equivocaban el camino.
Fue todav铆a m谩s confuso el desarrollo de un pobre partido cuando a los 32 del primer tiempo el 谩rbitro Sergio Pezzotta decidi贸 expulsar a Mauro Cetto, aparentemente por una protesta desmedida contra el juez de l铆nea por una supuesta posici贸n adelantada de Emanuel Gigliotti. San Lorenzo, el equipo del flamante Papa Francisco, se quedaba con diez jugadores y le ped铆a una ayuda a Dios, mientras la nueva imagen de la Virgen colgaba del techo de la platea local.
Fueron in煤tiles los cambios de Roberto Sensini y de Juan Antonio Pizzi (Lucas Mugni ingres贸 en el local, y Kannemann reemplaz贸 a Alan Ruiz en la visita), se segu铆a jugando mal en el segundo tiempo. A pesar de las corridas de Buffarini o de Facundo Curuchet; de la potencia de Gigliotti o el manejo de Enzo Kalinski. Fue impotente el local aunque enfrentaba a un rival que jugaba con uno menos.
Sorprendi贸 el gol de San Lorenzo, tambi茅n el posterior triunfo del Cicl贸n en Santa Fe. ¿Qui茅n lo hizo? No qued贸 claro. Fue un tiro de esquina desde la izquierda que ejecut贸 Buffarini y pein贸 Kannemann en el primer palo. Entre Kalinski y Rub茅n Ram铆rez (con el pu帽o y contra su propio arco) decretaron el 1-0 visitante. Ni lo mereci贸 m谩s que Col贸n, ni lo busc贸 tampoco, pero el gol le cay贸 del cielo a San Lorenzo. Lo cierto es que el equipo de Pizzi se fue con los tres puntos de Santa Fe y habr谩 generado la sonrisa de Francisco, el Sumo Pont铆fice de la Iglesia Cat贸lica; el mismo que naci贸 en Flores y que viajaba en el subte A... ¿M茅rito propio o intervenci贸n divina? Ser谩 cuesti贸n de creer o reventar creyendo en otra cosa.
San Lorenzo tiene el telefono del PAPACol贸n y San Lorenzo jugaron m谩s mal que bien. Casi no jugaron, corrieron mucho, chocaron otro tanto y se divirtieron poco, qued贸 claro. Un campo de juego con el c茅sped 谩spero y largo que tambi茅n conspir贸 con el andar de una pelota que dejaba dudas de ser redonda.
Durante el partido la atenci贸n y las miradas estaban puestas en otro lado, como si todos los presentes estuvieran esperando por un milagro, que el cielo se abriera y una luz blanca y amable los abrigara e ilumine. Y los futbolistas, mortales al fin, equivocaban el camino.
Fue todav铆a m谩s confuso el desarrollo de un pobre partido cuando a los 32 del primer tiempo el 谩rbitro Sergio Pezzotta decidi贸 expulsar a Mauro Cetto, aparentemente por una protesta desmedida contra el juez de l铆nea por una supuesta posici贸n adelantada de Emanuel Gigliotti. San Lorenzo, el equipo del flamante Papa Francisco, se quedaba con diez jugadores y le ped铆a una ayuda a Dios, mientras la nueva imagen de la Virgen colgaba del techo de la platea local.
Fueron in煤tiles los cambios de Roberto Sensini y de Juan Antonio Pizzi (Lucas Mugni ingres贸 en el local, y Kannemann reemplaz贸 a Alan Ruiz en la visita), se segu铆a jugando mal en el segundo tiempo. A pesar de las corridas de Buffarini o de Facundo Curuchet; de la potencia de Gigliotti o el manejo de Enzo Kalinski. Fue impotente el local aunque enfrentaba a un rival que jugaba con uno menos.
Sorprendi贸 el gol de San Lorenzo, tambi茅n el posterior triunfo del Cicl贸n en Santa Fe. ¿Qui茅n lo hizo? No qued贸 claro. Fue un tiro de esquina desde la izquierda que ejecut贸 Buffarini y pein贸 Kannemann en el primer palo. Entre Kalinski y Rub茅n Ram铆rez (con el pu帽o y contra su propio arco) decretaron el 1-0 visitante. Ni lo mereci贸 m谩s que Col贸n, ni lo busc贸 tampoco, pero el gol le cay贸 del cielo a San Lorenzo. Lo cierto es que el equipo de Pizzi se fue con los tres puntos de Santa Fe y habr谩 generado la sonrisa de Francisco, el Sumo Pont铆fice de la Iglesia Cat贸lica; el mismo que naci贸 en Flores y que viajaba en el subte A... ¿M茅rito propio o intervenci贸n divina? Ser谩 cuesti贸n de creer o reventar creyendo en otra cosa.
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