martes, 19 de marzo de 2013

Pese a tener al PAPA de su lado San Lorenzo deberá pagar una deuda millonaria

La felicidad no pudo ser completa para San Lorenzo. A pesar del triunfo dentro de la cancha ante Colón y la victoria fuera de ella con la designación de Jorge Bergoglio como nuevo Papa, la mala noticia llegó desde los escritorios. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) determinó que San Lorenzo deberá pagarle a la Sampdoria 1,8 millones de euros por una deuda pendiente con el club italiano por el pase de Jonathan Bottinelli, en 2009. Y se pone peor: el fallo es inapelable y hasta podría haber descuento de puntos en el caso de falta de pago.





Esta historia tiene su origen hace un tiempo, cuando Rafael Savino todavía era el presidente del club de Boedo. San Lorenzo, pensando en reforzar el equipo de cara a la Copa Libertadores de 2009, decidió repatriar al defensor, que había partido rumbo a Sampdoria en agosto de 2008 a cambio de 2,9 millones de euros. También influyó el deseo del propio jugador, que por motivos personales buscaba regresar al país. El desenlace: llegó a préstamo por seis meses. El rendimiento de Bottinelli fue bueno, por lo que la dirigencia azulgrana decidió recomprar su pase, haciendo un esfuerzo en su flaca economía. En total, en este segundo lapso en Boedo, Bottinelli jugó 121 partidos y convirtió 4 goles, tanto en torneo locales como internacionales. El defensor continuó defendiendo los colores de San Lorenzo hasta el año pasado, cuando quedó libre y finalmente recaló en River. Sin embargo, en estos más de tres años que pasaron, nadie en San Lorenzo se hizo cargo del pago de su pase. Y así, al club argentino le quedó una deuda de 1,2 millones de euros con los europeos, monto que ni la dirigencia comandada por Savino, primero, ni la de Carlos Abdo, luego, se encargó de saldar.

Todo esto motivó a que la Sampdoria recurriera al TAS, que falló a mitad de 2012 a favor de los italianos. La posterior apelación de San Lorenzo de nada sirvió, y ahora Lammens y compañía deberán abonar los 1,2 millones de euros de deuda más 600 mil adicionales en concepto de intereses. “Ya cuando llegamos al club sabíamos que no podíamos hacer nada sobre esto. Tarde o temprano tenemos que pagar”, se lamentó Matías Lammens, presidente de la institución, ante Clarín.

Ni el gol en contra de Rubén Ramírez del sábado pasado ni el deseo optimista de Jorge Bergoglio de un San Lorenzo ganador para el futuro. La felicidad del club de Boedo se complicó de la manera más abrupta...

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