La duda flota en el aire. ¿Qu茅 defecto tendr谩 Lionel Messi? ¿Qu茅 cosa le
reprochar谩 Antonella, su pareja, en el d铆a a d铆a del hogar? ¿Ser谩 desordenado,
al menos? ¿O tal vez vago a la hora de limpiar? La pregunta aparece desde el
sentimiento de perfecci贸n que dispara Messi. Y se mete de lleno en la intimidad
de un hombre que parece hecho a la medida del deporte que eligi贸. Buscarle un
costado negativo al 铆dolo es casi un argentinismo b谩sico . Sin embargo,
el rosarino mata todos y cada uno de los intentos. Con f煤tbol, al cabo.
El primer regalo para un hijo var贸n debe ser una pelota de f煤tbol. Lionel no fue a ninguna tienda. Tampoco levant贸 el tel茅fono para pedirle una a su auspiciante. Lo suyo fue de otra manera. Viaj贸 hacia La Coru帽a con la seguridad de traerle un bal贸n a su primog茅nito, Thiago, que llegar谩 al mundo pr贸ximamente. Por eso, ajustici贸 al Deportivo con tres tantos en el espectacular 5 a 4 del Barcelona en Riazor.
Luego de los goles iniciales de Jordi Alba y Cristian Tello, comenz贸 la funci贸n de Messi. A los 17 del primer tiempo, tom贸 la pelota con la zurda y encar贸 hasta acomodarla arriba en la red de Daniel Aranzub铆a. No descans贸, debido a que el Deportivo intent贸 la remontada con un penal de Pizzi y un grito de Alex Berganti帽os. Por eso, Lionel volvi贸 a salir al rescate, a los 43, con un disparo de pierna derecha.
La segunda parte mostr贸 a un Deportivo optimista, que nunca baj贸 los brazos. De entrada, descont贸 por medio de Pizzi. Un poco de incertidumbre, nada m谩s.
Messi tom贸 la pelota con el bot铆n m谩s sobrenatural que conoce el f煤tbol mundial. Gir贸, amag贸 hacia un lado, parti贸 el criterio de dos defensores y fue otra vez hacia su izquierda. Su remate fue la 煤ltima cuota de la pelota que en pocos d铆as ser谩 de su hijo Thiago. El 煤ltimo tanto, de Jordi Alba en contra, solamente decor贸 el marcador. Y el Barcelona lo aguant贸 con diez hombres, ya que Javier Mascherano hab铆a sido expulsado.
Augusto C茅sar Lendoiro, presidente del Deportivo, fue elocuente a la hora de desnudar la realidad de la tarde: “Messi ha debido celebrar la paternidad contra nosotros”.
Lionel, por su parte, declar贸 en el tono sencillo que habitualmente ostenta: “Se gan贸, siempre es dif铆cil despu茅s de los partidos con las selecciones. Lleg谩s cansado”.
Messi, el que lleva 268 goles en su carrera. El que, con 71, va camino a batir la marca anual de Pel茅, que cosech贸 75 tantos en 1959. El mismo Lionel que acumula 19 partidos en los que convirti贸 de a tres durante su carrera. El que tiene 11 festejos y encabeza la tabla de artilleros de la liga espa帽ola superando a Cristiano Ronaldo. El mismo que lleva la bandera argentina en el equipo de Alejandro Sabella. El que va por su cuarto Bal贸n de Oro. El que entrar谩 en una categor铆a que espera hace rato y que no tiene que ver con ninguno de sus estratosf茅ricos r茅cords. El que en unos d铆as ser谩 padre por primera vez..
Messi y otro Hat Trick, esta a solo 3 de Distefano.El primer regalo para un hijo var贸n debe ser una pelota de f煤tbol. Lionel no fue a ninguna tienda. Tampoco levant贸 el tel茅fono para pedirle una a su auspiciante. Lo suyo fue de otra manera. Viaj贸 hacia La Coru帽a con la seguridad de traerle un bal贸n a su primog茅nito, Thiago, que llegar谩 al mundo pr贸ximamente. Por eso, ajustici贸 al Deportivo con tres tantos en el espectacular 5 a 4 del Barcelona en Riazor.
Luego de los goles iniciales de Jordi Alba y Cristian Tello, comenz贸 la funci贸n de Messi. A los 17 del primer tiempo, tom贸 la pelota con la zurda y encar贸 hasta acomodarla arriba en la red de Daniel Aranzub铆a. No descans贸, debido a que el Deportivo intent贸 la remontada con un penal de Pizzi y un grito de Alex Berganti帽os. Por eso, Lionel volvi贸 a salir al rescate, a los 43, con un disparo de pierna derecha.
La segunda parte mostr贸 a un Deportivo optimista, que nunca baj贸 los brazos. De entrada, descont贸 por medio de Pizzi. Un poco de incertidumbre, nada m谩s.
Messi tom贸 la pelota con el bot铆n m谩s sobrenatural que conoce el f煤tbol mundial. Gir贸, amag贸 hacia un lado, parti贸 el criterio de dos defensores y fue otra vez hacia su izquierda. Su remate fue la 煤ltima cuota de la pelota que en pocos d铆as ser谩 de su hijo Thiago. El 煤ltimo tanto, de Jordi Alba en contra, solamente decor贸 el marcador. Y el Barcelona lo aguant贸 con diez hombres, ya que Javier Mascherano hab铆a sido expulsado.
Augusto C茅sar Lendoiro, presidente del Deportivo, fue elocuente a la hora de desnudar la realidad de la tarde: “Messi ha debido celebrar la paternidad contra nosotros”.
Lionel, por su parte, declar贸 en el tono sencillo que habitualmente ostenta: “Se gan贸, siempre es dif铆cil despu茅s de los partidos con las selecciones. Lleg谩s cansado”.
Messi, el que lleva 268 goles en su carrera. El que, con 71, va camino a batir la marca anual de Pel茅, que cosech贸 75 tantos en 1959. El mismo Lionel que acumula 19 partidos en los que convirti贸 de a tres durante su carrera. El que tiene 11 festejos y encabeza la tabla de artilleros de la liga espa帽ola superando a Cristiano Ronaldo. El mismo que lleva la bandera argentina en el equipo de Alejandro Sabella. El que va por su cuarto Bal贸n de Oro. El que entrar谩 en una categor铆a que espera hace rato y que no tiene que ver con ninguno de sus estratosf茅ricos r茅cords. El que en unos d铆as ser谩 padre por primera vez..
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