miércoles, 26 de septiembre de 2012

Trezeguet no juega en River Plate el domingo contra Arsenal.

Trezeguet viajó al principado para cumplir con una audiencia de divorcio y tiene un pie afuera para el domingo. ¿Almeyda pone a Mora o prueba con Luna?
 
 
"No importa cuál sea el resultado del domingo. El lunes tengo que viajar a Montecarlo y es impostergable”.

Cuatro días antes de la dura derrota contra Racing, David Trezeguet ya les había avisado a los dirigentes que se le vendría una semana difícil. Más difícil, incluso, que la que hoy están viviendo Almeyda, sus compañeros y los hinchas. El 0-1, ese clima turbulento que desencadenó el segundo traspié consecutivo y el fantasma del descenso que se volvió a despertar son cuestiones importantes pero en estas horas colaterales para el 7 de oro. Su cabeza está ocupada por un tema central: la audiencia de divorcio que hoy por la mañana tendrá en Montecarlo con Beatriz Villalba, la española con quien se casó en febrero del 2000 en la catedral de Mónaco.

Después de casi 13 años de matrimonio, el francés deberá asumir el principado del fin. Y luego de una convivencia que se interrumpió cuando Trezeguet viajó a Emiratos Arabes por una cuestión de escolaridad de sus dos hijos (hasta su etapa en Hércules vivieron juntos con Aarón y Noran), comenzó una historia que Beatriz no compartió. Porque Trezeguet disfrutó de la vuelta olímpica en el club del que es hincha con sus padres y sus descendientes, quienes sí visitaron el Monumental en un puñado de ocasiones.

Después del duro trance, Trezeguet emprenderá hoy mismo el regreso (auto hasta Niza, una hora en avión a París y de ahí vuelo directo a Buenos Aires) por esa ruta que ya transitó desde el lunes por la noche. Así, el jueves estará otra vez en el país con más de un día de viaje sobre el lomo en menos de 72 horas y un desgaste mental tan intenso como el físico. Almeyda lo tendrá de vuelta con al menos tres entrenamientos perdidos y el decisivo partido con Arsenal golpeando las puertas. Ante semejante trajín, el Pelado no contaría con su capitán, que el 15 de octubre soplará 35 velitas.
El del domingo, entonces, podría ser el segundo partido que Trezeguet no jugaría en nueve fechas (su anterior ausencia había sido contra Tigre, por una lesión en el tobillo derecho). Y si aquella vez el goleador que gritó una sola vez en Primera y tiene un promedio Olé de 5,29 le posibilitó una chance a Villalva, ahora le abriría una puerta a Mora o a Luna. En definitiva, Trezeguet picó a Mónaco por un motivo que nunca hubiese querido. Y al regresar, dejaría un hueco difícil de llenar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario